martes, 12 de julio de 2011

¿Será esto….deprimirse?

Normalmente, y hasta hace algunos meses, mi vida había pasado de una manera que creo puede calificarse de manera general como feliz…había tenido algunos altos y uno que bajo…tanto en el tema personal como en lo profesional, sin embargo, nunca en mis casi 43 años, una sensación me había durado tanto tiempo…y es que esta sensación de bajeza la tengo desde hace poco más de 6 meses, cuando me uní a mi nuevo trabajo. 

Habían pasado casi 6 meses después de que por razones de negocio, dejé uno de los trabajos que más me han gustado en mi vida, tanto por la gente con la que tuve el honor de trabajar, como con la organización en sí, la cual el ritmo de las fusiones que nos toca vivir en nuestros días, hizo desaparecer de un solo golpe y plumazo dando al traste con un interesantísimo proyecto del cual formé parte en su epílogo.

Los 6 meses que transcurrieron desde que salí de esta empresa y me uní a la nueva, en realidad no fueron malos, me dediqué a hacer una que otra cosita de lo que en mi vida profesional he aprendido, además de que pude dedicar un poco de tiempo (no el que de verdad debí haber dedicado) a mí y a mi familia, sin embargo, y como es ya una constante en nuestra vida, las presiones económicas empezaron a aparecer en mi cabeza…no sé si reales o como fantasmas creados y confabulados en mi contra…lo cierto del caso es que un buen día, casi que por un favor personal, acepté ser incluido dentro de los candidatos para formar parte de esta empresa…

·         “…pero es que no me gusta el giro de la empresa”…fueron mis primeras reacciones

·         “…no importa, necesito poner a alguien más para poder enviar los finalistas”….me dijeron

·         “…OK..ta bien”  respondí

Y cuando me vi, estaba en una entrevista en un hotel de la capital…si por esa sesión hubiera sido, tampoco hubiera aceptado la posición (primera señal), pero por alguna extraña razón hice click con quien me entrevistó, esto lo supe porque al finalizar la conversación me dijo “…tomá mi tarjeta, que eso es un buen comienzo”.

Pasó como un mes sin comunicación alguna y finalmente, al finalizar el año, me entrevisté con un par de personas y cuando me di cuenta, iba en un vuelo a mi inducción…antes de esto, debí haber entendido las señales, porque cuando me hicieron la oferta, fue de una manera muy informal (segunda señal) (“bueno, pero estando yo adentro, estas cosas se pueden cambiar”, me dije) y trataron de regatearme “el precio”…cosa que una empresa y un Gerente General que se preste, creo que no deben hacer (“…la otra persona tiene una aspiración salarial menor”, me dijeron “entonces llámela” contesté de manera inmediata y de cierta manera insolente)…cuando llegué al país donde era mi inducción, tuve que esperar casi 2 horas porque no se había coordinado el que me recogieran en el aeropuerto (¿tercera señal acaso?) y finalmente mi “inducción”.

La semana siguiente, la primera en CR, no hice absolutamente nada…era la penúltima semana del año, por lo que después de 3 días….me fui a esperar a ver qué me traía el niño (además del nuevo trabajo claro está)….en enero comenzó todo, y es después de esto es que si me cuestiono si lo que tengo es depresión.

He de confesarles que yo nunca he sido una persona depresiva, por el contrario, he sido objeto de halagos por mi excelente sentido del humor en todas las situaciones que me ha tocado vivir….pero esta vez, creo que el asunto se me ha salido de las manos…he llegado al punto de despertar sumido en llanto (literalmente hablando), porque no logro encontrar el norte para lo que hago…no duermo lo que debiera dormir por las noches porque me despierto pensando en posibles reacciones negativas a las cosas que hago, me desgasto haciendo propuestas, me desvivo buscando hacer las cosas de manera distinta a como se han hecho en el pasado, propongo cómo deben hacerse las cosas respetando a los individuos y a la ley…sin embargo, es como querer pellizcar un vidrio…espero ansiosamente el viernes y el domingo por la tarde vuelvo a caer en esto…y he llegado a pensar muchas cosas…desde que si será que no está la empresa preparada para poder de verdad afrontar un cambio en el pensamiento estratégico basado en Recursos Humanos…o que no se quiere afrontar ese cambio porque todo ha funcionado bien hasta ahora…sin la visión de que se puede hacer mejor, o inclusive si seré yo el que no hago bien las cosas y debería dedicarme a otra cosa…(mi esposa mantiene que no en vano cuento con más de 17 años de experiencia en el área con más de 7 de ser lo que llaman un gerente).

Lo cierto del caso es que ahora me pregunto ¿Será esto que siento depresión?  ¿Será que estoy deprimido?  ¿Es esto deprimirse? ¿Será en resumen este hoyo un estado digno de ser analizado por un psicólogo (con “p”), una frustración equivalente a tener que ser tratado para que finalmente encuentren un problema que no sabía que existía y del que ya no me acuerdo porque ocurrió en mí ya muy lejana infancia…o simplemente  debo pensar en no frustrarme por las opiniones de 3 ó 4 personas, cuando hay ya casi 7.000 millones más en el mundo que pueden encontrar en mi alguien valioso que verdaderamente genere valor para sus empresas?...¿Serán acaso simples fantasmas creados sin sentido por mi o verdaderos monstruos que quieren anidar en mi cabeza para hacerme complicada la existencia?  ¿Será que debo salir de aquí para que de una vez por todas desaparezcan de mi mente? Y si lo hago ¿No estaré dando paso a nuevos entes que circunden por la ya de por si mi roída cabeza? Son tantas las preguntas y tan pocas las respuestas…que aunque las busco constantemente no logro hallar ni una de ellas y termino encerrado en una frustración que me quita el sueño y no me deja descansar, que me persigue día a día, minuto a minuto y me hace llegar a no hacer nada para no fastidiar y fastidiarme solo…

lunes, 4 de julio de 2011

HIPOTETICAMENTE HABLANDO



Hipotéticamente hablando….



En un caso hipotético, una persona hipotética (es decir, que no existe en la realidad y cualquier similitud es mera y casual coincidencia), tiene un trabajo actualmente que aunque es hipotéticamente bueno (gana un buen salario que le permite pagar todas las hipotéticas facturas del mes y es una hipotéticamente reconocida empresa de nivel mundial), lo está hipotética y llanamente “jodiendo”. 

Ahora bien…dentro de la hipótesis de este caso, las cosas que hace nuestro hipotético personaje, si bien es cierto las hace hipotéticamente bien (aunque algunas veces se lo ha cuestionado -de manera hipotética claro está- internamente dados los acontecimientos que en su vida transcurren en este momento), encuentra que no son de su entero agrado y satisfacción, por cuanto se convierten en meras trivialidades propias de la gestión en sí, pero que no llevan a un estratégico rumbo de cambio para la empresa y las que si….caen en un abismo de falta de voluntad por parte de su jefe y compañeros, lo cual hace que su hipotético desinterés crezca y el hipotético auto-cuestionamiento de sus habilidades crezca de manera exponencial a razón de la enésima potencia del desinterés en cuestión…es decir, enormemente. 

Si a esta hipotética situación le sumamos otras hipótesis tales como:

·         Que el giro de la industria en que se ve envuelto en este momento si bien le ha permitido aprender cosas nuevas, también le ha hecho ver que es una industria donde se hacen se hacen falsos amigos y buenos (y hasta peligrosos) enemigos.

·         que el lugar físico donde desarrolla sus labores no del agradado de nuestro hipotético personaje.

·         Que no hace equipo de trabajo con aquellos hipotéticos compañeros con que debiera (vale destacar que ha hecho muchas cosas para tratar de hacerlo pero no hace “fit” con el “equipo”)

·         Que la hipotética procesión que lleva por dentro le ha llevado a estados de ánimo en los que nunca pensó se vería expuesto y a los que no quisiera volverse a exponer.

·         Que de repente e hipotéticamente piensa muy a menudo en mandar todo lo que no le importa, no le es de interés, no quiere y/o admira  para ese hipotético mundo que llaman “mierda” (el cual sabemos que si bien existe en estado físico, no es factible dirigirse al mismo como un punto geográfico específico)…

…tomando en cuenta todas esas hipotéticas variables, la solución hipotética del caso sería dejar de manera hipotéticamente elegante todo y hacer un giro de 180° al menos en su vida profesional…sin embargo, la no hipotética variable del pago de las reales facturas del mes, que una profesión que le llene su fuero interno, está casi seguro, no le va a redituar, lo llevar a una no hipotética decisión…seguir en su hipotético mundo hasta que hipotéticamente “algo pase”….